Como dice Arjona: Sin daños a terceros.

Este día, haciendo uso de la enseñanza de mi madre en la cocina,  gané mis alimentos de las doce treinta. Lo cual es muy grato y me hace sentir muy feliz.

La situación económica de este lado del pc no ha sido fácil; desde hace nueve meses me ha tocado respirar profundo y hacer caso omiso de comentarios, luchando en secreto (por la petición de que mejor no dijera nada) en busca de una oportunidad de empleo.

En Diciembre del 2009, me trace un plan, mismo que no llegue a desarrollar por la necesidad de tomar otras decisiones que vendrían encaminadas a llenar un vacío emocional del cual sufría, en mayor grado, desde hace ocho años; situación que me traería al final de la 25 Av. Nte. desde donde escribo esta entrada.

Muchos descubrimientos, cosas que se esperaban, otras que no, días buenos, días malos, estados de tristeza, desaliento, mucho egoísmo, incomprensión, desconfianza, dudas, desempleo, y lo peor, la presión económica; misma que muchas veces me ha llevado a comer menos; para que el que tiene que salir a la calle pueda alimentarse mejor.

Proceder de una familia con ciertas limitaciones económicas me enseño a valorar lo que se tiene. También, aprendí de mi madre que lo más GRANDE de este mundo es el AMOR. Sé que la vida no es fácil, no tuve la suerte de vivir siempre con mis padres, ni salir de un hogar en el que viviera desde mi infancia; me toco quedarme y enfrentar la vida; con el consejo de un abuelo a quien di un último abrazo hace 7 años, y la reprensión de mi tío a quien aprecio mucho. No tuve a alguien para que hiciera mis cosas, me toco hacer las mías y las de los demás.Pero no me quejo, solo recuerdo para agradecer.

Lo importante de esta historia es lo aprendido; crecimiento espiritual y crecimiento como ser humano. He aprendido que cuando más débil me siento es cuando más fuerte soy, que no debo soltarme de la mano de mi Creador NUNCA; también he aprendido que la felicidad depende en un porcentaje muy alto de la realización como persona. Si soy feliz, puedo dar amor y felicidad a los demás, de lo contrario siempre me veré en la penosa escena de medir en porcentajes, las formas de demostrar mi amor hacia los demás; el amor no tiene límite, el amor es.

He dejado de luchar por lo imposible y lo he dejado en las manos de Dios, estoy enfocada en objetivos claros y precisos, con la mente fría y los sentimientos y prioridades en el orden que corresponden. Cosas lindas vienen a mí vida y las espero con los brazos abiertos y el corazón lleno de amor.