5/10/11

Un día con tintes de ser especial



5:40 Am lista para levantarme, la oración matutina como siempre, salí de la casa donde vivo a las 6:20 Am, de ese lugar a la parada de buses recibí una gran lección, en ese recorrido me encontré con tres personas con capacidades especiales, una de ellas sin sus brazos, otra con problemas en sus piernas y una tercera persona no vidente, al instante aprendí la lección, creo que debo ser mucho más agradecida por todas las cosas que recibo de parte de Dios, y principalmente la salud que me regala cada día.

A las 7:00 Am ya en las clases de manejo, el instructor nos enseña cómo ser buenos conductores y nos anima a aprendernos más de cincuenta señales de tránsito, al finalizar la clase nos dio una pequeña enseñanza la cuál resumo así: Un hombre muy rico llevo a su hijo al campo para mostrarle que tan pobres eran las personas que vivían en ese lugar, al final de la visita el niño le dice al padre, papá en nuestra casa tenemos un patio pequeño, ellos tienen todo un horizonte, nosotros tenemos una pequeña piscina, ellos tienen un lago enorme, en nuestra casaca apenas y se iluminan las habitaciones con pequeñas lámparas, ellos tienen millones de estrellas… gracias papá! gracias por enseñarme que pobres somos…
Ya en la oficina, un par de casos que atender, escritos por hacer y partí a las 2:00pm hacia el municipio de Apopa a presentar un documento en un caso de familia, después al municipio de Ciudad Delgado para presentar unos confidenciales.
La última parada del día, Gasolinera Texaco, frente a Parque Infantil, a esperar un documento firmado y listo para ser presentado mañana en la Corte; mientras esperaba el documento, vi como un grupo de niños jugaba en la gasolinera, unos elevando una piscucha o cometa, otros jugaban a la pelota; un niño casi fue atropellado en tres ocasiones por los usuarios del establecimiento. Al tener el documento en mi mano, me dispongo a abordar el bus 101D hacia el lugar donde vivo, sorpresa, una anciana se sienta a mi lado y me dice, “me puede indicar donde bajarme” sin dirección nos aventuramos a la búsqueda del lugar donde ella se dirigía con el objeto de entregar una ofrenda para ayudar a una persona que padece una enfermedad terminal, eso hizo retrasar mi llegada a casa por más de media hora.

Al llegar al portón de entrada del pasaje, observo como el señor vigilante muy concentrado lee la biblia, yo le dije –que bueno que usted tiene tiempo para hacer algo que yo quisiera, pero no me queda mucho tiempo- él me contesto “dice la palabra de Dios que para todo hay tiempo”. Y así terminó mi día laboral, con muchas reflexiones muy importantes, considero que es bueno tener los sentidos afinados y listos para aprender lo que un nuevo día nos ofrece y aplicarlo si nos regalan desde arriba, un mañana.

4 comentarios:

  1. A veces olvidamos lo bendecidos que nacimos. Y lo peor, olvidamos agradecer...
    Me encantó tu entrada, Sivia. Te mando un saludo enorme.

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  2. Mí querida amiga Luna, tienes toda la razón, lo peor es no agradecer. Saluditos enormes.

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  3. HOLA SILVIA QUE TENGAS BUEN AÑO DEJO MI ABRAZO PARA TI AMIGA

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  4. Mi estimada amiga La Abuela frescotona, me da mucha alegría leer tu comentario, muchas gracias por tus buenos deseos, que tengas un buen año.

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