Ojalá y tus palabras fuesen tan fuertes para invadir el sonido de la gran ciudad y no escuchar más su estúpido grito insensato.
Que tus ojos no fuesen testigos de cómo destruimos tu presente y futuro,
caminando el destino que no te correspondía por derecho,
preso de los actos de tus mayores, víctima de la inconsciencia de los que deben velar por tu bienestar.
Ojalá tus ojos y tu vos, no reclamen y pasen factura cuando tú seas mayor y nosotros seamos viejos.
No son el futuro, son nuestro el presente.
POR QUE TANTO DESÁNIMO?
ResponderEliminarLOS NIÑOS SON LOS ANGELES QUE VAN CAMBIANDO EL MUNDO EN SILENCIO..
SALUDOS AMIGA MIA
Esos ojos y esa voz poblarán el mundo con miradas y canciones nuevas, para cuando seamos viejos serán presente como dices.
ResponderEliminarUn placer visitarte, Silvia.
Saludos muchos.
La abuela frescotona: La realidad de los niños en mi país es muy dura. Espero poder tener la oportunidad de hacer algo en un futuro cercano. Saluditos y gracias por pasar y leer.
ResponderEliminarLuna: Es un privilegio grande tenerte por acá, gracias por dar aliento con tus palabras. Saludos.